MIERCOLES 8 DE JULIO.
ADIOS
Recorrido:
Madrid-Ondres Playa
Pernocta: Ondres Playa
(43.57655° ;-1.48709°)
Hace once
meses que perdí a mi madre. Hace un poco más de un mes que perdí también a mi
padre. En menos de un año mi vida ha dado un vuelvo. Ya nada es ni será como
antes. Nada. Y Angel se jubila en un poco más de dos meses. A veces tenemos la sensación de que el tiempo
se ha detenido, y son justo estos
sucesos los que nos devuelven a una realidad que empieza a ser marcada por
pérdidas de personas y por finales de periodos vitales. Es como si los años no
los cumpliéramos poco a poco, si no a saltos o a intervalos.
Con esta
tristeza por las pérdidas, con la nostalgia que tengo siempre cuando salimos de
viaje desde que nuestros hijos nos abandonaron, partimos rumbo a Normandia.
No era un
destino que yo hubiera elegido, pero sí que lo hizo Angel por mi y durante
varios años, así que se lo debía, este era SU viaje aunque su preparación se
vio ralentizada por la enfermedad de mi padre quedando a veces paralizada.
Tenía poca ilusión. Y lo terminé unos diez días antes de partir. Nunca me había
pasado esto. Siempre me sobraba más tiempo. Será que me hago mayor y que la
tristeza y la nostalgia ocupan más espacio en mi vida...
Cuando
partimos el año pasado lo hice con la preocupación por el estado de salud de mi padre. Pero entonces ambos vivían
aunque mi padre ya estaba desahuciado. Tan solo un año después no tengo a
ninguno de los dos y esta sensación de vacío y tristeza me acompañan los
primeros kilómetros que me alejo de Madrid.
Partimos
pasadas las 14,30 horas. Tarde como nunca.
Y como
siempre, sin mayores problemas llegamos alrededor de las 20 horas al area de
Lavanne cerca de Ondres. Hacia muchos años que no volvíamos allí, desde que tuvimos nuestro
accidente. Y es que me sobrecogía algo regresar, me traía malos recuerdos, pero de los lugares más cercanos era el más
agradable.
Pero cuando
llegamos tenían preparado un espectáculo que empezaba a las 21,30 horas así que
la buscada tranquilidad se podría ver
alterada por la gente que iba y venía a
disfrutar de él. Decidimos dirigirnos al area de Ondres playa (43.57655° ;-1.48709° ) a donde llegamos media hora después. Y como siempre, muchas
autocaravanas pero con suficiente espacio.
Tras dar un breve
pase por su playa y contemplar la puesta de sol, cenamos y nos fuimos a dormir, más bien tarde (23,15 h) para lo que es habitual para
nosotros.
JUEVES 7 DE
JULIO. RUMBO NORTE
Recorrido: Ondres
Playa-Santa Suzzane
Pernocta: Area de
Santa Suzzane (48.0989° ; -0.35101)
Noche
estupenda. Nada de calor lo cual es un auténtico alivio porque en Madrid las
elevadas temperaturas casi no nos dieron tregua.
Ha llovido
algo. Me despierto poco antes de las 7. Angel duerme. Me siento tentada a
despertarle para irnos a las 7,30 y así evitar que nos “cacen” y tengamos que
pagar los 10 euros. Pero, por un lado me siento avergonzada por este deseo; al
fin y al cabo pago por un servicio. Y por otro,
Angel duerme apaciblemente, así que le dejo y yo vuelvo a retomar el
sueño hasta que a las 8,15 nos despiertan unos golpecitos en la puerta.
Ya me lo sabía: la policía municipal a “hacer caja”. Con los pelos de punta y
cegada por la luz del sol nos piden los
10 euros que pagamos religiosamente
Poco después
de las 9 partimos rumbo a Sainte Suzzane,
nuestro destino por hoy. La autovía a Burdeos que hace 3 años era gratuita es
ahora de pago y vamos dejando un rastro de euros de peage en peage hasta que en
Burdeos nos salimos para ir hacia Angulema por la Nacional 10.
Ya no
recordamos el sitio donde sufrimos el accidente. Aproximadamente, pero no el
punto. Mejor. Comemos en una estupenda área
de descanso como todas las francesas, protegidos del calor por un bosque de
robles que se cierra regalándonos su sombra. Luego ya tomamos autopistas que
dejamos un poco después de Le Mans para circular por carreteras nacionales.
Cerca de
nuestro destino, el navegador empieza a hacer tonterías, pierde los satélites,
los encuentra, nos envía por sitios raros...El Airis que me regalo Jesús parece
que se ha muerto del todo pero aunque temía que la tablet me dejara tirada en el peor de los momentos,
no es así pese a que pretende que
entremos por una dirección prohibida. En una tienda nos dicen por dónde entrar al
área(.48.0989° ; -0.35101° gratuita)
Son ya las 19 horas pero
decidimos salir a dar un paseo por esta ciudad absolutamente encantadora con
unos rincones dignos de visitar. Está en la lista de los
pueblos más bellos de Francia. Su centro
histórico está colgado sobre un
promontorio rocoso que domina unos apacibles paisajes arbolados.
Cargada
de historia, esta ciudad se mantuvo impermeable a los atacantes durante tres
siglos, hasta que durante la guerra de los 100 años el castillo cayó en manos
de los ingleses y así permaneció durante 14 antes de ser retomado. Desde el
siglo XVII la ciudad creció y en el XVIII se convirtió en un centro
administrativo de la región sufriendo otro auge económico gracias a las numerosas
fábricas de papel, harina y lana. Ya en
el XX volvió a la economía principalmente agrícola.
Solitaria en
este día de la semana, tranquila, apacible, sus calles empedradas flanqueadas
por pequeñas casas de piedra a las que se abren ventanas y puertas coloridas,
nos brindan un paseo que contribuye a sacudirnos los más de 600 km que hemos hecho hoy.
Apenas hay vecinos por la calle y subimos y bajamos asomándonos a sus rincones
llenos de sabor y donde parece que el tiempo se ha dormido.
Desde sus
murallas se domina un apacible paisaje arbolado. Terminamos a las puertas del
castillo, cerrado desde las 19h para
regresar y darnos una deliciosa ducha. Leo algo sobre el castillo y decidimos
que no merece mucho la pena esperar hasta las 10 que es cuando abren. Así que
mañana partiremos rumbo a Evron.
Decidimos
cenar pronto y aun con luz disfrutamos de una copa de vino viendo el atardecer con
los pies descalzos sobre el cesped.
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